Definitivamente, compartir habitación en residencia universitaria es una experiencia distinta. La vida universitaria, el cambio de ambiente, los nuevos amigos, las nuevas emociones y el vuelo del nido, debe ser experimentada.
Los cambios por lo general son algo traumático, pero ciertamente de ellos emana las emociones. La vida que tenemos es para vivirla, por lo que siempre las expectativas traerán grandes satisfacciones a ella, aunque no sean de inmediato.
Conoce a tu nuevo compañero
Resulta que no lograste conseguir una residencia dentro de la universidad, pero si un recinto universitario muy cerca de donde estudiarás, lo ideal para no sentirse tan solo es comenzar con una habitación compartida. Tómalo como un paso más hacia la madurez, te divertirás y conocerás personas nuevas.
Mayormente este tipo de residencias, en función de tu perfil personal, estudios e intereses, conseguirán para ti ese compañero ideal para el tiempo requerido en que estarás estudiando.
Pero siempre se debe estar preparado para lo inesperado, así que te damos pequeñas recomendaciones para aplicar como un primer paso conocer a tu compañero:
- Ante que llegué, mantén limpio y ordenado el cuarto, le darás una muy buena impresión y también una señal: te gusta lo limpio y lo ordenado.
- Tu también sé esa carta de presentación, trata de estar igual de presentable y bien vestido, eso no quiere decir que te pongas saco y corbata, pero si una camisa (bien planchada) y zapatos limpios con tus mejores pantalones de mezclillas.
- Sería bueno que ese día o un día después le hables de las condiciones para compartir y llevarse bien, posiblemente él dirá las suyas, el respeto entre ambos es lo primero, así que mantenlo para comenzar, tal vez, una gran amistad.
La idea de las residencias universitarias, es que el cambio no sea traumático o que alteren los ambientes estudiantiles con los que cuenta, por esto, se dedican a situar los compañeros ideales.